Buenas tardes a todos

Ante todo, mis disculpas por no haber escrito antes; acabo de hacer la mudanza definitiva, pero todavia no tengo ordenador propio. Es un lujo que no tardarà en llegar porque como muchos de vosotros ya sabéis, a los franceses les da por cambiar de lugar las teclas A,Q,W,Z,E y M. Nada para que sean màs originales debe ser. A mi me llevan por el camino de la amargura con esos cambios.

 
Las primeras semanas han pasado màs lentas de lo que esperaba, la empresa es muy grande -la segunda mas grande de Francia en su campo detràs de AMEN que es nuestra competencia- y no paramos de currar. El ambiente de trabajo es muy bueno, pero hay mucho curro; raro es el dia que no salgo depues de las siete y media, aunque en teoria mi jornada acaba a las seis. También es cierto que si me quedo hasta el final me traen en coche y si no, tengo que pelear con el Metro y el autobùs, todo hay que decirlo. Un Metro automàtico, sin conductor, exactamente igual al que hay en Toulouse, pero màs largo.

 
Una de las costumbres que màs me chocan de los franceses es la de darse la mano todos los dias uno por uno -seremos unos treinta en toda la planta- nada màs llegar. Oye y si no se la das a alguien luego te lo recuerda, eh? que no es una cosa "opcional", no. Por lo demàs el ambiente es muy bueno, ya he salido un par de veces de juerga con ellos -con todo el personal incluido. Hasta los jefes se apuntan a la fiesta; qué distinto es al ambiente comparado con las empresas de "la España".

Bueno, también he de decir que una cosa es cuando estamos de fiesta y otra es cuando estamos trabajando; pero vamos como debe ser. Fuera de la oficina, es normal que todo sea mucho màs relajado. 

De momento estoy viviendo en una residencia universitaria, de habitaciones de ocho metros cuadrados, que ya es pequeñez. Lo que no quiere decir que os esté sugiriendo que no me visitéis, no. De sobra sabéis que al final, si alguien llega de visita, siempre se apaña cualquier cosa. La habitacion es pequeña pero apenas lo noto. Salgo a primera hora de la mañana y vuelvo con el tiempo justo de ducharme, cenar con los compañeros de residencia y escuchar mùsica mientras escribo la pàgina del diario. Como consecuencia, lo ùnico que importa es que esté bien comunicada, limpia, barata y poco màs. 

 
Una de las cosas para conocer cualquier ciudad es recorrerla a pie. Pues hay varias razones por las que las calles de Lille estàn vacias de gente y no lograba entender por qué hasta la tercera semana. Primera causa impepinable es el frio, pero vamos, nada que no se pueda arreglar con un buen abrigo y una bufanda -esta ultima prenda es obligatoria, vamos; no te dejan bajar del tren si no tienes una.

La segunda y màs importante es la cantidad de aceras convertidas en "campos de minas" por los excrementos caninos. Dicen que dan buena suerte, si; pero huelen mal. Por descontado que si caminàis admirando la belleza de los edificios -que la tienen- no olvidéis echar una ojeada al camino cada vez que avancéis un paso. Es un poco dificil al principio pero todo se consigue con la pràctica.
 
Hasta la proxima.